Dra. Mae Guthman
Translated by Sabrina Santos
Becaria postdoctoral Instituto de Neurociencia de Princeton
PhD en Neurociencias Universidad de Colorado, Anschutz Medical Campus
En su último año de secundaria, la Dra. Mae Guthman quería ser psicóloga clínica. Se había desanimado con las ciencias debido a cómo le habían enseñado las ciencias básicas durante sus años de secundaria y preparatoria: las clases se enfocaban en la memorización y ofrecían poco espacio para la exploración intelectual. Es por esto que, le atraía la psicología pues vivía interesada en la posibilidad de estudiar el comportamiento humano. Las huellas de su historia familiar también fueron evidentes en sus aspiraciones profesionales: su abuela era trabajadora social y su abuelo era psicólogo clínico. Sin embargo, cuando Mae comenzó su carrera universitaria en la Universidad de Buffalo, fue evidente que en realidad solo había una parte del currículo de estudios de psicología clínica que despertaba su interés: el circuito cerebral que guía el comportamiento. La forma de su carrera aún no estaba clara para Mae, pero una cosa era segura: quería aprender más sobre el cerebro.
Cuando Mae se sumergió en la investigación, comenzó a ver qué era realmente la "ciencia". La misma, estaba lejos de la memorización enfatizada durante sus años de secundaria y preparatoria. Más bien, fue un proceso activo de descubrir cosas nuevas sobre el mundo, y ese proceso de descubrimiento fue embriagador. Mae específicamente recuerda haber pasado un verano en la Universidad de Alabama, Birmingham, estudiando la respuesta de los astrocitos en un modelo de lesión cerebral traumática. La mayor parte de ese verano consistió en sentarse frente a una computadora contando células en imágenes de secciones del cerebro. Pero a pesar de la repetitividad abrumadora de la tarea, Mae estaba cautivada. No solo estaba recopilando información significativa sobre cómo responde el cerebro a las lesiones, sino que nadie más en el mundo había visto estos datos en particular todavía. Ella fue la primera. Esta naturaleza mágica y personal del descubrimiento científico hizo que todo el conteo de células valiera la pena.
Mae persiguió su interés en circuitos neuronales en la Universidad de Colorado, donde hizo un doctorado bajo la mentoría conjunta de los Dres. Molly Huntsman y Diego Restrepo. Durante sus rotaciones, Mae quedó fascinada con los circuitos neuronales subcorticales y, en última instancia, centró su tesis en la amígdala basolateral. Descubrió una nueva subpoblación de interneuronas inhibitorias de aumento rápido que median la inhibición de la alimentación hacia adelante, lo que bloquea la plasticidad en la amígdala. Este trabajo se suma a la comprensión del campo de cómo el cerebro puede responder adecuadamente a diferentes situaciones externas, incluidas aquellas que implican amenazas o recompensas.
Además de explorar los microcircuitos subcorticales, Mae también realizó una gran autoexploración durante su tiempo en la escuela graduada. Mae es una mujer transgénero e hizo su transición mientras trabajaba en su doctorado. Al reflexionar sobre este momento, reconoce que el apoyo de su asesora Molly fue muy importante. “Cuando hablé con [Molly], su respuesta fue decirme ‘Felicidades'”, recuerda Mae. Molly entendió que Mae estaba luchando contra una disforia severa y necesitaba tiempo y espacio para la autoexploración, para derribar todo lo que le habían dicho o había llegado a creer sobre sí misma y reconstruir una imagen más real de sí misma. Molly y Mae elaboraron un horario: siempre que Mae no tuviera que estar en el laboratorio para los experimentos, podría hacer su trabajo desde casa. Mae considera que la aceptación y el apoyo de Molly fueron una parte invaluable de su transición, y advierte a los futuros estudiantes graduados que la cualidad más importante de un asesor no es su pregunta de investigación en particular, sino la solidez del apoyo que brindan a sus alumnos, tanto durante como después de su tiempo en el laboratorio.
Si bien disfrutaba diseccionando los patrones de conectividad de los circuitos BLA, Mae todavía albergaba una motivación general para comprender el comportamiento animal, un interés que la había llevado incluso a sus días en los que quería ser psicóloga clínica. Mae visualiza una carrera en el futuro que examinará la neuromodulación a través de un lente amplio, desde la sinapsis hasta el comportamiento, por lo que sabía que quería adquirir experiencia en el trabajo conductual durante su beca posdoctoral. Se unió al laboratorio de la Dra. Annegret Falkner en el Instituto de Neurociencia de Princeton. En el laboratorio de Falkner, el proyecto de Mae se centra en el receptor de estrógeno alfa (ERα), uno de los dos principales receptores nucleares de estrógeno y uno que ha estado fuertemente implicado en el comportamiento social. Mae quiere comprender mejor cómo los cambios en el estado hormonal, esencialmente niveles altos o bajos de estradiol, afectan la red de neuronas que expresan ERα. Desde una perspectiva general, Mae está interesada en cómo las fluctuaciones a largo plazo en los niveles de estradiol (durante el crecimiento y el desarrollo, así como los cambios mediados por la experiencia) pueden afectar el comportamiento social del animal y la neurobiología subyacente. Además, y quizás de manera más personal, Mae quiere comprender cómo la modulación exógena de los niveles hormonales afecta los circuitos ERα en el contexto del comportamiento social. Cuando una mujer trans decide someterse a una transición médica, se le administra una combinación de bloqueadores de andrógenos (para bloquear la señalización de testosterona) y estradiol, un proceso comúnmente conocido como terapia de reemplazo hormonal (TRH). La TRH también se usa a menudo para tratar los síntomas de la menopausia en mujeres cis. A pesar de su uso común, se sabe muy poco acerca de cómo la TRH afecta la neurobiología del circuito y el comportamiento social. Mae espera que su investigación ayude a llenar este vacío en el conocimiento.
Como se desprende del proyecto que ha elegido como posdoctorado, la experiencia de Mae como mujer trans está indisolublemente ligada a su identidad como científica. Esto queda claro no solo en su investigación sino también en su deseo de ser visible como mujer trans dentro de la comunidad científica. Al hacerlo, tiene un objetivo importante: que otros que cuestionan su sexo o género puedan ver su ejemplo y saber que pueden ser abiertamente trans y científicos exitosos. Mae desearía haber hecho la transición antes, antes de graduarse. Sin embargo, en ausencia de mujeres trans modelos a seguir en la ciencia, le preocupaba que la transición pudiera afectar negativamente su carrera. Mae ahora espera que sus propios viajes personales y científicos sirvan como ejemplo para otros de que pueden y deben sentirse cómodos siendo ellos mismos en el mundo de la ciencia.